eso es exactamente lo que nos hemos encontrado, un spin-off del juego de 2018 que aprovecha su escenario y la gran mayoría de sus mecánicas jugables para contarnos una nueva historia, esta vez protagonizada por Miles Morales, un segundo Spider-Man que cuenta con sus propios poderes, habilidades y una personalidad y entorno social diferentes, en un título muy continuista que no se puede considerar una verdadera secuela, y que ofrece justo la mitad de contenido que el original, unas 8 horas para completar su historia principal y hasta las 15 si queremos completarlo todo. Un tipo de producto que nos gusta, no todos los juegos tienen que ser mastodónticos y hacernos esperar durante años, pero que al venderse a precio completo -y no reducido

La historia arranca justo donde lo dejó el primer juego, con dos Spider-Man en la ciudad: Peter Parker y Miles Morales. El primero el veterano, que ya lleva varios años ejerciendo como superhéroe, el segundo un novato, que todavía está aprendiendo a ejercer estas labores de tanta responsabilidad.

Tras un espectacular arranque en el que ambos forman equipo para enfrentarse a Rhino, Peter Parker decide cogerse unas vacaciones por Europa, dejando solo a Miles Morales como el protector de Nueva York en Navidad. Una premisa muy sencilla pero que funciona genial, y que sirve para conocer en profundidad a este personaje y a su entorno social, así como su pasado. Como no podía ser de otra manera, las cosas se irán complicando poco a poco y se acabará enfrentando a una gran amenaza, mientras madura en el proceso y se convierte con todo derecho en un auténtico Spider-Man.